8 factores que debes valorar al comprar un coche de empresa

8 claves para no equivocarte al comprar un coche nuevo

Cuando optas por un coche de empresa, pensar en la finalidad para la que lo vas a destinar debe ser el primer paso. ¿Va a ser un vehículo que vas a usar tú solo, para ir a la oficina o llevar a cabo visitas comerciales, o bien vas a ir con más gente? Si necesitas espacio de carga, piensa en un modelo más amplio y que sea de cuatro puertas. Será lo más cómodo para viajar con tu equipo.

La berlina o el sedán son algunos de los ejemplos que cumplen con estos requisitos. En cambio, si viajas solo, un monovolumen o un familiar te permitirán compaginar vida laboral con vida personal.

A la hora de definir el precio de un coche influye el tipo que escojas. Según tus necesidades puedes elegir:

Una vez que hayas decidido cuánto puedes invertir en comprar tu coche nuevo, tienes varias modalidades de pago a tu disposición:

Es importante que compares varios presupuestos antes de decidirte. Según la Asociación Española del Renting, el peso de las matriculaciones por esta modalidad era del 20,96 % en el año 2020, creciendo hasta dos puntos respecto a 2019. De hecho, un informe de Alphabet concluye que la compra de un vehículo de empresa durante los primeros cuatro años equivale al pago de las cuotas mensuales de dos coches de renting.

Para disminuir la contaminación ambiental también hay ayudas para la compra de un coche nuevo. Generalmente, los coches híbridos o de bajas emisiones, como los eléctricos, disponen de ayudas públicas. El Plan Renove y el Plan Moves II son los principales ejemplos en cuanto a adquirir un vehículo eléctrico.

En general, deberás sustituir un coche antiguo, de por lo menos 10 años, y que ya no tenga etiqueta ambiental. Es una opción interesante si cuentas con un prepuesto ajustado.

¿Qué coche debemos comprar en función del combustible? Dependerá del tipo de viaje que queramos llevar a cabo. Si no vas a usarlo muchos kilómetros y estás en ciudad, el coche eléctrico puede ser tu opción. No olvides que tiene una limitación de carga y el precio suele ser más elevado.

El híbrido es ideal para llevar a cabo menos de 60 kilómetros diarios. El diésel también es caro, aunque es el que menos consume. 

Cuando viajas con frecuencia a grandes ciudades como Barcelona o Madrid, también debes tener en cuenta que pasarás por zonas 0 emisiones. En este sentido, si compras un coche de segunda mano sin etiqueta medioambiental puede acabar suponiendo un problema. 

El hecho de optar por un vehículo completamente eléctrico también te aporta algunas ventajas, como no tener que pagar aparcamiento en la calle y tener bonificaciones entre semana en el pago de los peajes.

En cambio, si haces muchos kilómetros solo podrás decidir entre gasolina o diésel. Ten en cuenta que un coche de gasolina tiene un consumo más elevado que uno de diésel.

Existen algunas prestaciones extra que resultan indispensables, especialmente las que están destinadas a mejorar tu seguridad en la carretera. Los neumáticos son una de las partes del vehículo más importantes. De hecho, son el único punto de contacto entre el coche y la carretera. El sistema de control de presión te avisa cuando tus neumáticos están bajos y evita problemas de adherencia.

El EBA es un sistema de frenado electrónico que aplica la máxima presión cuando te encuentras en una situación de emergencia. El control electrónico de estabilidad te ayuda a mantener el coche recto cuando derrapas o patinas. Este tipo de prestaciones extra son muy interesantes si vas a pasar mucho tiempo en la carretera.

La garantía de las marcas es otro elemento que debes tomar en consideración. ¿Sabes cuáles son las marcas que ofrecen mejores condiciones? ¡Te lo contamos!: