Todo sobre la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y Desperdicio Alimentario

La nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, aprobada el 7 de junio de 2022 por el Consejo de Ministros, tiene como objetivo principal reducir el desperdicio de alimentos en España mediante la regulación y la sensibilización de todos los agentes de la cadena alimentaria. La norma se aplica a todos los actores de esta, desde la producción hasta la distribución, pasando por la transformación y la hostelería, y también a las entidades y asociaciones que se dedican a la distribución de alimentos donados.

La ley de Prevención de las Pérdidas y Desperdicio Alimentario establece la obligación de contar con un Plan de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio para todos los agentes de la cadena alimentaria, con el objetivo de detectar dónde se producen las pérdidas y fijar medidas para minimizarlas. Las empresas tienen que realizar un diagnóstico de sus procesos y adaptar las actuaciones según las características de su sector.

Con esta avanzada ley se busca concienciar a todos los agentes y consumidores del problema que supone el desperdicio alimentario a nivel mundial. Para ello, se promueve la donación de alimentos a través de convenios de colaboración con empresas, entidades de iniciativa social y organizaciones sin ánimo de lucro o bancos de alimentos. Estos acuerdos incluyen condiciones para la recogida, transporte y almacenamiento de los productos, y no se puede impedir expresamente la donación de alimentos.

En definitiva, la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario tiene como objetivo fomentar una producción y consumo más sostenible, y contribuir a satisfacer las necesidades alimentarias de los más vulnerables mediante la prevención y reducción de las pérdidas y desperdicio de alimentos. Se busca concienciar a todos los agentes de la cadena alimentaria sobre la importancia de una gestión adecuada de los alimentos y promover la donación de alimentos a través de acuerdos con entidades y organizaciones sin ánimo de lucro.

Esta normativa supone un importante paso hacia un consumo más responsable y sostenible por parte de los establecimientos hosteleros, incentivando a clientes y empresarios a mejorar sus hábitos en este campo. Con esta medida, las empresas de hostelería y otros proveedores de servicios alimentarios tendrán la obligación de facilitar a los consumidores que se puedan llevar, sin coste alguno, los alimentos que no hayan consumido. Además, se les exigirá que informen de esta posibilidad de forma clara y visible en el establecimiento, utilizando para ello envases aptos para el uso alimentario, reutilizables o fácilmente reciclables.

En los últimos años, se ha ido haciendo cada vez más común que las empresas de hostelería ofrecieran a los consumidores que se pudieran llevar los alimentos que no se hubieran consumido. Sin embargo, esta nueva normativa supone un paso más allá, ya que establece de manera obligatoria esta práctica y fija sanciones por infracciones en desperdicio alimentario. Estas sanciones parten de 2.001 € y pueden llegar a los 60.000 € en aquellos casos más graves, y se consideran infracciones leves no aplicar a las pérdidas y el desperdicio alimentario la jerarquía de prioridades o no justificar motivadamente por qué no se aplica.

La Administración también juega un papel importante en la lucha contra el desperdicio alimentario. Se instauran medidas de buenas prácticas para la Administración y los distintos eslabones de la cadena que eviten el desperdicio de alimento, como, por ejemplo, incentivar la venta de productos con fecha de consumo preferente o de caducidad próxima. Asimismo, las Administraciones públicas tienen una labor determinante a la hora de concienciar a los consumidores de que se puede hacer un consumo razonable, con precios más económicos, optando por productos de consumo preferente. De esta manera, se podrán promover la flexibilización de los menús para que el consumidor pueda elegir la guarnición o raciones de diverso tamaño o incentivar la donación de alimentos con fines sociales.