¿Qué diferencia hay entre marca, razón social y dominio?

En el registro de marca se produce una gran confusión entre las distintas terminologías. No solo entre marca, razón social, dominios, patentes y diseños industriales, sino también entre dominio y razón o denominación social. Te explicamos, a continuación, cuáles son los diferentes conceptos para saber cómo registrar una marca. 

La marca comercial es aquella que identifica el producto específico en el mercado. Se hace a través de un signo que la distingue, por lo que la manifestación de una marca puede ser muy variada. Pueden ser combinaciones de símbolos, de cifras, de figuras, de palabras, de gráficos, etc. Incluso, una marca puede adquirir una forma tridimensional. La diferencia de este último caso con el resto, es que, si es una forma tridimensional, deberás inscribirlo en la Oficina Española de Patentes y Marcas, por su carácter especial. Un ejemplo de marca, en el caso de las formas tridimensionales, puede ser un envoltorio. Por su parte, un dominio es el nombre de la página web de la empresa. Normalmente, el dominio coincide con el nombre, o eso es lo que se intenta por todos los medios, ya que a veces el dominio ya está adquirido.

La definición de dominio que te hemos dado en el párrafo anterior suele confundirse con la denominación social. Al crear una empresa, tienes que pensar en el nombre de la misma, ya que no pueden existir dos que tengan el mismo. Sin embargo, esta denominación social podría no coincidir con el dominio, puesto que, como te hemos explicado, este es el que identificará tu sitio web, no tu sociedad en sí. Si el dominio ya está registrado, es posible que tengas que elegir otro diferente al nombre de tu empresa, aunque lo normal es que intentemos que ambos coincidan. Por su parte, solo cabe añadir que la denominación social tendrá que inscribirse en el Registro Mercantil Central, donde también te dirán si ese nombre está disponible.

La marca comercial hace que nuestros productos se distingan de los demás en el mercado. No tiene que coincidir con la denominación o razón social, ya que la marca es un signo distintivo que engloba más elementos. Por ejemplo, una marca puede incluir la razón social, así como un logotipo o un isotipo. Lo importante es que el conjunto de todo ello sea lo que hace que tu producto se distinga y destaque en el mercado frente a los demás. Además, la razón social aparece en todos los documentos legales de la persona jurídica, que es la empresa, mientras que la marca no. No obstante, la marca debe registrarse para que puedas tener el derecho exclusivo sobre ella. Además, tiene un alcance limitado al país en el que hayas realizado dicho registro.

La patente es el derecho que tienes sobre una invención que realizas. Es frecuente confundirlo con la marca, pero la patente no es un signo distintivo, sino que la invención tiene una utilidad y la protección de ese derecho exclusivo que te aporta el Estado se extiende sobre la misma, así como sobre todos los procesos de fabricación que se lleven a cabo. Los derechos que adquieres puedes cederlos o venderlos a otra empresa para que pueda comercializar con ella. Un ejemplo de patente sería el proceso de creación de una bebida refrescante famosa. Sin embargo, el derecho de patente es temporal, puesto que solo dura 20 años.

Como ya te hemos mencionado, la patente es la protección de una invención, extendiéndose a todos sus procesos de fabricación. El modelo de utilidad también es un derecho exclusivo sobre una invención, solo que, en este caso, no se extiende al mencionado proceso de fabricación. Cuando registras un modelo de utilidad tan solo impides, que terceros puedan vender lo que tú has inventado sin que lo autorices antes. El derecho que tienes sobre el modelo de utilidad también es limitado. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con la patente, nada les impide tratar de seguir el mismo proceso que has realizado tú y venderlo con otro nombre.

Un diseño industrial, por último, es la preparación de un producto antes de fabricarlo. Es decir, es lo que popularmente entendemos como el diseño del producto, teniendo en cuenta la fabricación, los requisitos del mercado, etc. para que el resultado sea óptimo. El diseño del producto como resultado puede formar parte de la marca al ser esta, como ya hemos mencionado, un signo distintivo.

En resumen, es importante conocer la diferencia de terminologías, como es el registro de marca, la denominación social, el dominio, el diseño industrial de tu producto o una patente o modelo de utilidad para saber qué es lo que tienes que hacer en cada caso para protegerlo y asegurarte de tener los derechos de su explotación. 

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