La 
protección de datos médicos y de salud es uno de los aspectos más sensibles de la normativa de privacidad. Los datos relativos a la salud se consideran categorías especiales de datos personales, por lo que su tratamiento exige un nivel de seguridad y confidencialidad superior. Cumplir la 
Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPDGDD) y el 
Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) no solo es una obligación legal, sino también una cuestión ética que afecta directamente a la confianza entre pacientes y profesionales sanitarios.
¿Por qué es especialmente importante proteger los datos médicos?
Los datos de salud incluyen cualquier información relacionada con el estado físico o mental de una persona, sus diagnósticos, tratamientos, historial médico, resultados de pruebas o incluso datos genéticos y biométricos. Por su naturaleza, estos datos revelan aspectos íntimos y privados del individuo, por lo que su exposición indebida puede causar graves perjuicios personales, sociales y laborales.
El RGPD y la LOPDGDD consideran los datos de salud como de nivel alto de protección, lo que implica que su tratamiento solo puede realizarse bajo condiciones muy estrictas. La importancia de cumplir la normativa en este ámbito se debe principalmente a tres razones:
- Derecho a la intimidad y confidencialidad: los pacientes tienen derecho a que su información médica sea tratada con la máxima discreción.
- Prevención de riesgos y discriminación: la filtración o uso indebido de estos datos podría generar situaciones de discriminación en el trabajo, los seguros o la vida personal.
- Cumplimiento normativo y sanciones: el incumplimiento de la LOPDGDD o el RGPD puede acarrear multas de hasta 20 millones de euros o el 4 % de la facturación anual, además de daños reputacionales.
¿Qué actividades suelen tratar con datos médicos o de salud?
No solo los hospitales o clínicas manejan datos de salud. En realidad, existen numerosos profesionales y entidades que, por la naturaleza de su trabajo, deben cumplir con la LOPD en el tratamiento de datos médicos. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Clínicas, hospitales y centros médicos: tanto públicos como privados, gestionan historiales clínicos, resultados de pruebas, recetas y citas médicas.
- Consultas de profesionales sanitarios independientes: médicos, psicólogos, fisioterapeutas, dentistas, logopedas, nutricionistas, entre otros.
- Mutuas y aseguradoras de salud: recogen y tratan información médica de asegurados para la gestión de pólizas o siniestros.
- Empresas con servicios de salud laboral: gestionan reconocimientos médicos y programas de prevención de riesgos laborales.
- Laboratorios de análisis clínicos y farmacéuticos: tratan datos médicos en relación con muestras biológicas y ensayos clínicos.
- Residencias y centros de mayores: conservan y gestionan información médica de los residentes para su atención diaria.
- Aplicaciones y plataformas digitales de salud: apps de seguimiento médico, telemedicina o dispositivos wearables que registran datos biométricos.
En todos estos casos, los responsables del tratamiento deben aplicar las medidas de seguridad y confidencialidad adecuadas para garantizar la protección de la información personal de los pacientes o usuarios.
Claves para cumplir la LOPD cuando tratamos datos médicos o de salud
Cumplir con la LOPD y el RGPD en el ámbito sanitario requiere un enfoque integral que combine medidas legales, técnicas y organizativas. A continuación te detallamos los principales aspectos a tener en cuenta:
- Base legal y consentimiento expreso: el tratamiento de datos de salud solo puede realizarse si existe una base jurídica válida. En la mayoría de los casos, es necesario el consentimiento explícito del paciente, aunque existen excepciones (por ejemplo, tratamientos necesarios por razones de salud pública, atención médica o cumplimiento de obligaciones legales). El consentimiento debe ser informado, específico y verificable, y el paciente debe poder retirarlo en cualquier momento.
- Información clara y transparente: los pacientes deben recibir una política de privacidad clara que detalle quién trata sus datos, con qué finalidad, durante cuánto tiempo se conservarán y qué derechos pueden ejercer (acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación y portabilidad).
- Registro de actividades de tratamiento: toda entidad o profesional sanitario debe mantener un registro actualizado de las actividades de tratamiento, donde se documente qué tipos de datos se recogen, con qué finalidad y qué medidas de seguridad se aplican.
- Medidas de seguridad reforzadas: el tratamiento de datos de salud exige medidas de seguridad de nivel alto, como el control de acceso restringido al personal autorizado, el cifrado de la información en tránsito y almacenamiento, las copias de seguridad seguras, protocolos de confidencialidad y formación en protección de datos o evaluaciones de impacto sobre la protección de datos (EIPD) cuando exista un alto riesgo para los derechos de los interesados.
- Confidencialidad profesional: los trabajadores del sector sanitario deben firmar acuerdos de confidencialidad y conocer las obligaciones que impone la LOPDGDD. La violación del secreto profesional puede tener consecuencias disciplinarias y legales.
- Gestión de incidentes y brechas de seguridad: en caso de producirse una brecha de seguridad (por ejemplo, acceso no autorizado o pérdida de datos), se debe notificar a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) en un máximo de 72 horas y, si es necesario, también a los afectados.