El uso de las centralitas virtuales se está generalizando y es ya una herramienta imprescindible para muchas empresas gracias a su versatilidad y eficacia. ¿Quieres saber cómo una centralita en la nube puede ayudar a agilizar tu negocio? Te lo contamos en detalle.
¿Qué es una centralita virtual?
A diferencia de la centralita tradicional, las centralitas en la nube utilizan la tecnología IP que permite conectar diferentes teléfonos fijos y móviles a través de distintas extensiones. Ayuda a coordinar las llamadas entre distintos empleados independientemente de su localización, lo que facilita la accesibilidad y el poder comunicarse con ellos en cualquier momento.
Además, entre sus funcionalidades están la de enviar faxes, responder a correos de voz, crear colas de llamadas, grabar las llamadas para analizar la calidad del servicio ofrecido o personalizar la atención al cliente a la medida de tus intereses.
Esta centralita es la evolución lógica de las que usaban las telefonistas con las clásicas clavijas para conectar cada llamada. Si en 1990 comenzó a usarse Internet en muchas empresas, no fue hasta 1997 cuando se pudo utilizar la primera centralita virtual.
Desde entonces, la evolución de la tecnología ha ido mejorando una herramienta de trabajo que ya han adoptado en torno al 91 % de las empresas. En pocos años, será complicado resistirse a sus múltiples ventajas.
¿Cómo funciona una centralita virtual?
Las centralitas virtuales están diseñadas para controlar tanto las llamadas que se hacen a través de ella, gracias a la extensión de cada dispositivo, como para gestionar las llamadas entrantes de la manera que tú decidas. Se usa la tecnología IP a través de Internet, lo que le aporta mayor velocidad, y calidad a cada llamada. Entre las ventajas de su uso destacan las siguientes:
- Es una herramienta muy económica.
- Su instalación es sencilla.
- Se adapta a todo tipo de empresas, desde las más pequeñas a las más grandes.
- Es fácilmente escalable, lo que te permite ir aumentando su capacidad a medida que lo vayas necesitando.
- Adaptable a tus necesidades: define mensajes de bienvenida y despedida, menús, derivación de llamadas...
¿Qué requisitos necesitas para implantarla en tu negocio?
El requisito básico es contar con una conexión a Internet, a poder ser que te ofrezca la máxima velocidad. La conexión por fibra en estos momentos es la que está proporcionando los mejores resultados.
Además, es necesario que cuentes con alguno de los siguientes equipos:
- Teléfonos IP. Son los terminales que se basan en la tecnología VoIP y en Internet para realizar las llamadas. Funcionan con protocolo SIP.
- Softphones. Se trata de una serie de programas que sirven para gestionar las llamadas desde un ordenador, lo que permite realizarlas y recibirlas desde cualquier punto.
- Adaptadores ATA. Conectan los teléfonos analógicos, como el que usas con tu línea fija, con las centralitas virtuales, lo que te evita tener que invertir en la compra de nuevos teléfonos.
¿Por qué la centralita en la nube es una opción cada vez más popular?
En primer lugar, por su sencillez. Con un software específico que puedes instalar en todos los ordenadores de tu empresa y en menos de 10 minutos ya es posible comenzar a usar un ordenador con unos auriculares conectados para comenzar a recibir o a efectuar llamadas.
Funcionalidades muy útiles, como el control de calidad, los sistemas de grabación, las estadísticas de las llamadas y todo tipo de peculiaridades que quieras añadir. Toda la información permanecerá siempre en la nube para que accedas a ella cuando lo desees.
Es una opción en alza. Si en un principio fueron las pymes las que apostaron por esta alternativa, poco a poco también las grandes empresas han comenzado ya a usar esta tecnología que nunca deja de evolucionar para ofrecer los mejores resultados.
Como hemos visto, una centralita virtual es una opción muy útil para mejorar la gestión de llamadas de tu negocio, tanto para agilizar la comunicación y la atención con los clientes, como para mejorar la comunicación interdepartamental y el flujo de trabajo. Dos aspectos que pueden ser clave para mejorar la productividad y la competitividad de tu empresa.