Secretaria virtual en Valencia

Siguiendo sin sorpresas con lo que es la tónica habitual de la península, la distribución empresarial de la provincia de Valencia presenta una importante proporción de pymes y microempresas. Tanto es así, de hecho, que en los últimos años la cantidad de empresas con una plantilla formada por entre uno y cinco trabajadores ha llegado a suponer más de un 73 % del total provincial. Esto nos da una clara idea de cuáles son algunos de los retos que los profesionales valencianos deben asumir para mantener su competitividad y sacar al máximo partido a sus, muchas veces, limitados recursos tanto de personal como de tiempo.

Y es que los autónomos y las pequeñas empresas tienden a poner el foco, con razón, en la búsqueda de soluciones que les permita sacar el máximo partido a sus activos, hacer más en menos tiempo, delegar tareas y automatizar procesos. Por eso, el servicio de telesecretarias ha sido uno de los descubrimientos de la última década y una verdadera tabla de salvación para los profesionales que no contaban con los medios necesarios para atender correctamente las llamadas que recibía a diario, tanto de clientes como de proveedores.

Y es que esta opción ha abierto un mundo de posibilidades para los profesionales de todos los sectores y que ofrece una inestimable ayuda para lo que, normalmente, supone una sucesión de agendas sobresaturadas y malabarismos imposibles para intentar llegar a todo.

Por eso, contratar una secretaria virtual en Valencia se ha convertido en la solución que ha permitido a muchas pequeñas empresas no solo gestionar su día a día de manera más eficazsin desatender las necesidades de sus clientes, sino incluso abarcar más trabajo y, por lo tanto, aumentar su facturación. 

Las asistentes virtuales han logrado, entre otras cosas, poner solución a dos de los puntos débiles de la mayoría de los negocios, que son la gestión del tiempo y la atención telefónica. En el primer caso, eliminando esos huecos que suponen tiempos muertos, y que son la verdadera bestia negra de la planificación de tareas, a través de una gestión más eficiente de las agendas de trabajo. En el segundo, acabando con el problema de esos teléfonos que suenan sin que nadie pueda atenderlos. Las reuniones y los desplazamientos dejan de ser un problema a la hora de atender las llamadas de los clientes, ya que siempre hay una persona que cubre esos espacios de tiempo y que puede solucionar dudas, proporcionar información comercial, tomar recados, agendar citas o cualquier otra tarea relacionada con la atención al clienteque la empresa precise, siempre de forma asertiva útil y eficaz.